Entendemos por igualdad
el trato idéntico entre todas las personas, al margen de razas,
sexo, clase social y otras circunstancias diferenciadoras.
Tenemos datos de
la antigüedad, donde ya proclamaban la igualdad de naturaleza entre el Padre y
el Hijo se trataba del Concilio de Nicea
convocado por el emperador Constantino I “El Grande”.
Cuando hablamos de igualdad también
nos podemos referir de raza, religión, género, social (pobres y ricos),
política que se potencie entre hombres y mujeres.
Nos podemos
centrar en la religión del Islam y Cristianismo.
No solo tienen los
musulmanes y los cristianos puntos de vista diferentes sobre la naturaleza
humana y la salvación, sino que también tienen percepciones disímiles sobre el
género. Si bien ambas religiones enseñan que los hombres y las mujeres tienen
la misma condición ante Dios, en la realidad la experiencia de las mujeres
difiere mucho en ambos sistemas. La doctrina cristiana de la Trinidad, que
rechaza el islamismo, ayuda a que los cristianos entiendan cómo las mujeres
pueden ser iguales a los hombres y aun así aceptar un papel de sumisión en la
familia. El Jesús encarnado asumió el papel de subordinado como Hijo, pero
seguía siendo plenamente Dios. No hay ninguna doctrina similar en el islamismo,
que enseñe una diferenciación de papeles entre hombres y mujeres pero que
aliente la igualdad de géneros ante Dios. El islamismo pone a los hombres sobre
las mujeres de una forma que no hace el cristianismo. El islamismo permite la
poligamia y, mientras los hombres pueden casarse con mujeres no musulmanas, las
mujeres no pueden hacer lo propio. Los hombres musulmanes pueden divorciarse
con una simple proclamación; las mujeres, no. Y, si bien las mujeres tienen
derechos de herencia, siempre son inferiores a los de los hombres. Finalmente,
las mujeres musulmanas no disfrutan de iguales derechos legales, y se les
instruye a los hombres musulmanes que golpeen a sus esposas si son desleales.
Hoy, en Arabia Saudita, la
Comisión para la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio patrulla los
lugares públicos a fin de hacer cumplir las leyes religiosas, especialmente la
vestimenta y los hábitos de las mujeres en público.
Actualmente, debemos todavía
seguir luchando por la justicia e igualdad, no encontrándose en muchos lugares
del mundo y muchos ámbitos de nuestra sociedad, con esto podemos decir que es
antinatural mantener la desigualdad.
También
en el lenguaje nos podemos encontrar desigualdad, se le denomina: Lenguaje
sexista se refiere a la discriminación
de personas, que se manifiesta en el lenguaje, de un sexo por considerarlo
inferior a otro.
Formas de evitar el lenguaje sexista:
La corriente que sostiene que el lenguaje sexista abusa del masculino genérico, considera que se puede evitar esto usando las siguientes fórmulas:- Nombres colectivos (profesorado, en vez de los profesores, alumnado, en vez de alumnos...)
- Perífrasis (la persona interesada, en vez del interesado)
- Construcciones metonímicas (la juventud, en vez de los jóvenes)
- Desdoblamientos (Señores y señoras, niños y niñas)
- Uso de barras (Sr/a)
- Omisión de determinantes o empleo de determinantes sin marca de género (cada contribuyente en lugar de los contribuyentes)
- Uso de formas personales genéricas o formas no personales de los verbos ("es preciso atender más" por "es preciso que el alumno atienda más").
En cuanto a la estratificación social podemos decir que es
un medio para representar la desigualdad social de una sociedad en la
distribución de los bienes y atributos socialmente valorados, con esto nos
referimos a que uno esta por encima de otro (desigualdad) y que unos se
aprovechan de otros (superiores-inferiores).
Antes de finalizar la clase vemos un video titulado Mouseland, es una divertida ilustración
de la situación política con la competencia de los partidos capitalistas
luchando por el gobierno. Deben hacer un país con igualdad de participación y
bienestar para todos.
Conclusión:
Cuando hablamos de igualdad nos
referimos al trato idéntico entre todas las personas, al margen de razas, clase
social, religión...
Podemos ver como en algunas
religiones como el Islamismo hay ciertas desigualdades entre hombres y mujeres
como no disfrutar de iguales derechos legales, golpean a sus esposas si son
desleales.
También nos encontramos con
desigualdad en el lenguaje abusando del masculino genérico.
Hay que seguir luchando por la
justicia e igualdad que no existe en algunos países.
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